Avance Sueños de Libertad, capítulo 445: ¿Se acerca la caída de Pelayo?

El capítulo 445 de Sueños de Libertad, que llegará a la pantalla este 26 de noviembre, promete convertirse en uno de los episodios más tensos, reveladores y emocionalmente explosivos de la temporada. Las piezas del tablero se mueven con rapidez, los secretos comienzan a emerger y, por primera vez, la aparente estabilidad del poder político y familiar en la colonia se tambalea. Las alianzas juegan al filo del peligro, mientras los personajes enfrentan verdades que podrían destruirlo todo.

Y en el corazón de esta tormenta, un nombre resuena cada vez con más fuerza: Pelayo. El gobernador podría estar a un paso del abismo.

Gabriel al borde del pánico: París llama


El episodio arranca con una escena cargada de tensión. Gabriel, solo en su despacho, recibe la inquietante llamada de Monsieur Brosart. La voz del francés, tan fría como un veredicto, le advierte que alguien en París está husmeando en su pasado y explorando conexiones peligrosas entre él y la empresa francesa.

No hace falta decir el nombre. Gabriel lo sabe. Lo siente como un golpe seco: Andrés.

Es aquí donde el personaje vuelve a mostrar su doble naturaleza. Por fuera, el hombre calculador, elegante, imperturbable. Por dentro, el niño herido que ha construido un imperio emocional a base de silencios y estrategias. En cuanto deduce que Andrés podría haber recuperado la memoria, el mundo que había construido pieza a pieza comienza a agrietarse.


María despierta… y ve más de lo que Gabriel desea

La entrada de María en la escena añade un matiz aún más complejo. Ella ya no es la mujer frágil que despertó entre sombras. Su mirada, lúcida y alerta, penetra las máscaras de Gabriel. Y cuando él admite la verdad —que Andrés puede recordar quién era— el pánico adopta un rostro nuevo.

La conversación entre ambos es uno de los momentos más poderosos del avance: una mezcla de confidencia, manipulación y miedo. María siente que Gabriel escapa entre luces y sombras, mientras él intenta aferrarse a su confianza antes de que todo estalle.


“Tendré que recordarle que no es el único que sabe guardar secretos”, concluye Gabriel con una frialdad que estremece.

Andrés busca respuestas: el viaje a Tenerife

Mientras tanto, Andrés llega a Tenerife siguiendo un único hilo del que tirar: Delia, la mujer que lo vio crecer y que, sin saberlo, guarda la llave del origen de todas las heridas.


La escena entre ellos, íntima y profundamente emocional, revela por fin lo que tantos sospechábamos:
Gabriel nació sin apellido, sin lugar, sin reconocimiento.
Y Bernardo lo usó, lo moldeó y lo humilló durante años.

Delia rompe décadas de silencio. Cada palabra es un golpe que desmonta la narrativa que la familia De la Reina ha sostenido con orgullo aristocrático.
Gabriel no fue solo un niño sin nombre: fue un arma para un hombre poderoso y un recordatorio viviente de un pecado que Bernardo quiso esconder.

Y así, Andrés comprende por primera vez la magnitud de la herida que ha guiado la vida de su primo. Y también la amenaza que representa ahora.


La fábrica en ebullición: tensiones internas y visitas decisivas

Mientras las verdades se desentierran en Tenerife, la fábrica vive su propio campo minado. Chloe y Marta coordinan la llegada de los enviados de Brosart, intentando que nada falle. Pero la mente de Marta vuela lejos de los informes: Andrés regresa distinto, marcado por algo que no quiere compartir.

Chloe, con su habitual sensatez, se convierte en su sostén emocional. Pero la tregua dura poco: Pelayo aparece, y con él, un problema político que podría hundir a la empresa.


La multa del Ayuntamiento amenaza con devastar la economía de la colonia. Marta, desesperada, pide a Pelayo que intervenga. Y él, atrapado, acepta… sabiendo que cada favor en política tiene un precio. Y que este podría costarle la carrera.

Luis vs. Gabriel: el perfume que enciende la mecha

En otro rincón, Luis explota al descubrir que su perfume será presentado bajo el nombre de Cobeaga. Se siente traicionado, borrado. Y su furia se descarga contra Chloe… hasta que Gabriel interviene.


El enfrentamiento entre ambos es una guerra silenciosa de egos, heridas y orgullo profesional.
Luis quiere reconocimiento.
Gabriel quiere control.
Y Chloe queda atrapada entre dos fuegos.

La llegada de los franceses culmina la tensión: celebraciones, risas y un episodio incómodo que involucra a Carmen y un directivo demasiado ebrio, episodio que amenaza con empañar el trabajo de semanas.

Cristina y Beltrán: la verdad que por fin se dice


Lejos del bullicio, Cristina y Beltrán enfrentan sus propias sombras. Él descubre la verdad sobre el pasado de Cristina y la existencia de José. Herido, decepcionado y perdido, Beltrán exige respuestas.

La escena es íntima, honesta, casi brutal. Pero también abre una puerta: ambos quieren avanzar, juntos, sin más mentiras. Un rayo de luz entre tanta oscuridad.

Damián, roto: la confesión más dolorosa


En la Casa Grande, Digna encuentra a Damián consumido por la culpa y el deterioro emocional. Su monólogo es uno de los momentos más devastadores del avance.

“Lo que no sé si aguanta es el alma”, confiesa.
Damián siente que lo ha perdido todo.
Que su familia estaría mejor sin él.
Que su nombre ya no significa nada.

Digna, siempre fiel, se convierte en su ancla. Lo sujeta, lo obliga a seguir aquí, aunque el mundo se le desmorone alrededor.


Pelayo bajo amenaza: ¿es este el principio de su final?

Y entonces llega la escena que da título a este avance.
Cárdenas entra en el despacho de Pelayo con una sonrisa tan afilada como un cuchillo.

Sabe lo que el gobernador ha hecho.
Sabe del favor, de la presión, de la interferencia política.
Y está dispuesto a usarlo.


“Cuando caen los que se creen intocables, suele ser con mucho ruido”, advierte.

Pelayo, por primera vez, siente que el suelo se abre bajo sus pies. El favor que concedió por solicitud de Marta podría arrastrarlo al fin de su carrera… y tal vez a algo peor.

Un final inquietante


El avance cierra con una imagen perturbadora: Begoña, acariciando las alianzas que Gabriel le ha entregado. Él habla de un hijo, de un heredero, de un futuro ideal. Pero algo en ella se rompe. Algo que intenta ocultar… pero que amenaza con explotar más pronto que tarde.

El capítulo 445 promete ser una bomba emocional y narrativa.
La caída de Pelayo puede estar más cerca que nunca.
Y, con la verdad sobre Gabriel revelándose en la sombra, la colonia entera podría enfrentarse a un terremoto imposible de detener.