ADIÓS SAN JACOBO: SE ACABÓ EL CUENTO || CRÓNICAS de LaPromesa series

La tormenta de celos y control se desata sobre Martina, marcando un punto de quiebre irreversible con Jacobo. ¿Podrá el amor sobrevivir a la opresión?

La semana en el distinguido Palacio del Luján comienza con una escena tan dramática como reveladora, una que sacude los cimientos de una relación que, hasta hace poco, parecía inquebrantable. El aire se carga de tensión y la ilusión se desmorona ante nuestros ojos mientras la relación entre Martina de Luján y Jacobo Montecaro se precipita hacia un final anunciado. Lo que comenzó como un refugio para un corazón herido, se ha convertido en una jaula dorada, y la protagonista de esta historia de amor y desengaño parece haber alcanzado su límite.

En un giro que ha dejado sin aliento a la audiencia fiel de “La Promesa”, la telenovela líder de las tardes de Televisión Española, hemos sido testigos de la implacable manipulación y los insoportables celos de Jacobo. Lo que en un principio se presentó como protección y devoción, hoy se revela como una asfixiante obsesión. El llamado “San Jacobo”, un apodo que evoca santidad pero que esconde una realidad mucho más oscura, ha demostrado ser un hombre incapaz de comprender la naturaleza libre y apasionada de Martina.


La ruptura no es solo un capricho, sino la culminación de meses de un trato que raya en lo insoportable. Jacobo ha expuesto públicamente las inseguridades de Martina, ha comparado sus cartas “falsas” delante de toda la familia, dejándola como una niña irresponsable y ofendiéndola con un cinismo que hiela la sangre. Para él, el amor parece ser sinónimo de posesión, de control absoluto. Sus celos desmedidos, dirigidos hacia Adriano y hacia cualquier persona que ose respirar cerca de su prometida, lo retratan no como un protector, sino como un hombre consumido por su propio ego y su inseguridad.

Martina, por su parte, no es una mujer que se doblegue fácilmente. Su historia previa es un testimonio de su espíritu resiliente. Huyendo del desamor provocado por Curro, se aferró a Jacobo como a un salvavidas, buscando en él la ilusión y la estabilidad que le faltaban. Como una “gata flora”, con una capacidad innata para sanar rápidamente sus heridas emocionales y buscar un nuevo amor, Martina se dejó llevar por la intensidad de Jacobo. Sin embargo, esta relación, nacida de la prisa y la necesidad de llenar un vacío, ha resultado ser un remedio peor que la enfermedad.

La serie nos ha mostrado, a través de los ojos de nuestro anfitrión y analista de confianza, Gustav, cómo Martina está despertando. Empieza a reconocer que su felicidad no puede depender de las curas emocionales que le ofrece Jacobo, y que él, al igual que Curro en su momento, no es el futuro que ella anhela. Esta epifanía es un golpe mortal para Jacobo, quien se veía a sí mismo como el hombre perfecto que vendría a rescatarla.


Recordemos cómo se gestó este vínculo. Jacobo irrumpió en la vida de Martina en un momento de aparente despreocupación, durante una fiesta en el norte de España, mientras ella buscaba olvidar sus penas. De la noche a la mañana, se presentó en el Palacio del Luján, prometido y demandando un lugar en la vida de Martina y su familia. La facilidad con la que se instaló, sumando una boca más que alimentar en la ya compleja economía de la casa, es solo una muestra de la intrusión que su presencia representa.

Ahora, la pregunta que resuena en cada rincón del palacio, y en la mente de cada espectador, es: ¿Todavía se quieren como antes? Jacobo intenta verbalizarlo, pero sus palabras suenan huecas. Martina, por su parte, evade la pregunta, un claro indicio de que la respuesta es negativa. Y nosotros, los espectadores, lo vemos claramente: el amor se está apagando, lentamente pero sin remedio.

La semana venidera promete intensificar aún más esta desintegración. Veremos a Martina acercarse a Adriano, no en un sentido romántico, sino en el cuidado de los bebés, una tarea que la une a ellos y le permite encontrar un respiro del agobio que representa su compromiso. La fiebre de los pequeños, un pretexto para que Martina no pueda viajar a Sevilla, servirá para intensificar su conexión con Adriano y, previsiblemente, desencadenar una nueva explosión de celos en Jacobo. Otra prueba más que Martina deberá soportar, ahogando su propia voz.


Pero hay una figura que aún no ha hecho su aparición en escena, pero cuya ausencia se siente con fuerza: Margarita Yopis, la madre de Martina. Si ella llegara al palacio y viera el comportamiento de Jacobo, ¿qué pensaría? Margarita, quien ha vivido sus propias experiencias en relaciones tóxicas, como la que mantuvo con el Conde de Ayala, posee un radar de madre infalible. Es seguro que reconocería en Jacobo los mismos instintos depredadores que ha enfrentado en el pasado: un hombre celoso, un prometido controlador y alguien que traiciona públicamente a su propia hija. Jacobo no pasaría el filtro de Margarita ni por un instante.

La expectación por la llegada de Margarita es palpable. Si bien las grabaciones de sus escenas llevan tiempo realizándose, con un adelanto habitual de dos meses, la incertidumbre sobre su aparición inminente añade un nuevo nivel de dramatismo. ¿Será esta semana? ¿O deberemos esperar un poco más? La cadena mantiene el misterio, pero su regreso se percibe como un viento de cambio, una esperanza de que alguien pueda finalmente poner en su sitio a un hombre como Jacobo.

Mientras tanto, la audiencia sigue cautivada por las complejas tramas de “La Promesa”. La historia paralela de María Fernández y Jacobo, una que ha sido objeto de debate y admiración en los canales alternativos, solo subraya la intensidad de los dramas que se tejen en el Palacio del Luján.


El adiós a San Jacobo no es solo el final de una relación, es el grito de libertad de una mujer que se niega a ser poseída. Es el himno a la autovaloración, el mensaje contundente de que, por fin, se acabó el cuento. Martina de Luján está lista para escribir su propio capítulo, uno libre de las sombras de la manipulación y el control, y la audiencia, expectante, aguarda el desenlace.

LaPromesa Series Martina Jacobo AdiósSanJacobo Drama Amor Desamor Telenovela TelevisiónEspañola CrónicasDeLaPromesa