¡ADIÓS a Tolga y Yesim Tarık e Ipek EN MANOS DE LA JUSTICIA Guzide COMIENZA DE NUEVO | EL FINAL DE “TRADIMENTO” QUE NOS DEJARÁ SIN ALIENTO!
La intensidad, el drama y las traiciones han llegado a su punto culminante en “Tradimento”. La serie turca que ha mantenido a la audiencia al borde del asiento con sus giros argumentales, se despide con un episodio final cargado de emociones devastadoras, revelaciones impactantes y, finalmente, un atisbo de paz. Prepárense, porque el último capítulo de “Tradimento” es un torbellino de justicia, pérdida y la promesa de un nuevo comienzo.
El Desenlace de la Pesadilla de Tarık e Ipek: Las Manos de la Justicia los Alcanzan
La red se cierra inexorablemente sobre Tarık e Ipek. Gracias a la oportuna intervención de Oiku, quien logra contactar a Tarık y revelar su paradero a Gusidè, el cerco se estrecha. Mientras Gusidè encuentra consuelo y fortaleza en los brazos de Sesai, compartiendo el peso de sus respectivas tragedias —ella en la búsqueda de su hijo biológico, él lidiando con la fuga de su hija convertida en criminal—, la tensión aumenta. Ipek, consumida por el pánico ante la posibilidad de ir a prisión, exige a Neva que asuma la culpa, desatando una furia descontrolada.
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En un acto de desesperación y violencia, Ipek, armada y fuera de sí, se enfrenta a Asra. La amenaza con una pistola, le roba el teléfono y la golpea brutalmente, dejándola inconsciente y atada bajo las órdenes de Neva. La escena es desgarradora: Neva, a pesar de su incredulidad, se ve obligada a obedecer a una Ipek poseída por la rabia, mientras Asra, inmovilizada, es testigo de la espiral descendente de su atacante. La psique de Ipek, torturada por el dolor y las manipulaciones de Sesai y Oltan, parece fraguar un plan aún más siniestro.
La trama avanza hacia la confrontación de Gusidè con Tarık. Con la ayuda de Mual y Gelal, se pone en marcha un audaz plan para obligarlo a confesar el intercambio de recién nacidos. Secuestrado y llevado a un lugar secreto, Tarık se enfrenta a Gusidè, quien exige respuestas sobre el paradero de su hijo. Bajo la presión implacable y la sugerencia de Mual de usar “mano dura”, Tarık finalmente se quiebra. Entre lágrimas, confiesa la devastadora verdad: su hijo, nacido con problemas, murió. Revela que le fue entregado por un cliente campesino, y que la familia que lo acogió, guiada por sus indicaciones, revela la cruel verdad. Tarık había intercambiado al hijo enfermo de Gusidè por otro bebé. El pequeño, llamado Murat, enfermó de meningitis, y a pesar de las promesas de ayuda de Tarık, este desapareció, dejando a la familia adoptiva incapaz de encontrar a Gusidè, quien se había mudado. El niño murió en los brazos de la mujer que lo crió, quien, conmocionada por su parecido con Gusidè, no supo qué decirle. El dolor de Gusidè en la tumba de su hijo es insoportable, una escena que conmueve hasta a los más duros, dejando a Tarık abrumado por la vergüenza.
La Escalada de la Desesperación y la Búsqueda de la Verdad

La mañana siguiente trae consigo una nueva fuga. Neva, aprovechando el sueño de Ipek, escapa. Asra, liberada del cautiverio, es testigo de la traición. Ipek, furiosa, no duda en despojar a Asra de su tarjeta y su PIN, dejándola atada y amenazada de muerte, sumergiéndose aún más en la oscuridad.
Mientras tanto, Oiku, la pequeña e inocente Oiku, es testigo en televisión de la noticia de la muerte de Burku, sospechando un asesinato. La noticia la lleva a pensar en su amigo Emre, huérfano y abandonado. Yesim, intentando proteger a la niña, niega la muerte de Burku, pero los sueños de Oiku y su insistencia en ver a Emre, quien le habla de la muerte de su madre, sacuden a Yesim hasta la médula.
El dolor de Gusidè se desborda al compartir su angustia con Sesai y Ozan. La revelación de que Tarık le arrebató a su hijo enfermo la devasta. Ozan, consumido por la rabia, confronta a Tarık, amenazándolo con la muerte por el daño infligido a su familia. El encuentro es brutal, con Ozan expresando su profundo asco y vergüenza hacia su padre, mientras Gusidè y Sesai intentan mediar en la tormenta de emociones.

La Revelación Familiar y un Destino Trágico
La búsqueda de la verdad sobre la familia biológica de Oilum toma un giro inesperado. Gelal le revela que su madre biológica ha fallecido y su padre sufre de Alzheimer. A pesar de las dudas, Karaman la anima a buscar un encuentro, aunque sea solo para verlo.
Sin embargo, el destino tiene otros planes. Al llegar a Eshme para conocer a su padre biológico, Lutfu, Oilum recibe la desgarradora noticia de su fallecimiento, ocurrido el mismo día. La devastación la embarga, pero encuentra consuelo en el amor de Gusidè y el apoyo de sus seres queridos. La revelación de que Gusidè ya había visitado a Lutfu añade una capa de amargura a su dolor.
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Mientras tanto, Ipek, en su huida, se atrinchera en un hotel, utilizando la identidad de Asra. Asra, rescatada por Suleiman, logra dar aviso a la policía. La noche se cierne, y mientras Oltan llama a Sesai para advertirle del peligro que representa Ipek, la policía irrumpe en el hotel, solo para encontrar el rastro de su fuga. Ipek, armada y desquiciada, observa desde las sombras, su odio palpable.
Confrontaciones Familiares y la Caída de los Villanos
La verdad sobre el asesinato de Tarık, descubierto por Tolga y Oltan gracias a una USB, llega a manos de Gusidè. Con la evidencia en su poder, se dirige al fiscal, lista para desenmascarar a Tarık.

Mientras tanto, Mualla confronta a Oltan sobre la traición que reveló el secreto de Khan. Oltan, evasivo, insinúa que la respuesta está frente a sus ojos. Tolga, sospechando, intercepta a Osnur y la obliga a confesar que Kan es su hijo, dejándolo en estado de shock.
La red se cierra definitivamente sobre Tarık. Fingiendo arrepentimiento, cae en la trampa de Gusidè, quien lo entrega a la policía por asesinato intencional. Sus últimas palabras a su ex esposa son una súplica de perdón, a lo que Gusidè responde con gélida determinación: “Nunca volverás a ver la luz del día”.
En medio del caos, Mualla descubre la fuga de Osnur, confirmando su papel como informante. Tolga, devastado por la revelación de la paternidad de Khan, decide huir con Seline y el niño. La despedida de Seline es emotiva, llena de amor y la promesa de un futuro juntos.

La confrontación final entre Ipek y Oltan es explosiva. Ipek, acorralada y llena de resentimiento, lo acusa de ser la causa de su desgracia, apuntándole con una pistola. Oltan, frío y cruel, la rechaza, confirmando su desprecio y su intención de entregarla a la policía. En ese instante, Tolga interviene para proteger a su padre, resultando fatalmente herido. La desesperación de Oltan ante la muerte de su hijo es desgarradora. Ipek, aterrada, es arrestada, pero pide a un conmovido Sesai que la defienda. Las últimas palabras de Tolga, confiando el amor de Khan a su padre, resuenan en la tragedia.
El Adiós de Yesim y la Esperanza de un Nuevo Comienzo
Yesim, habiendo recibido el perdón de Gusidè, se despide de ella y de Oiku. La separación es dolorosa, pero Yesim insiste en que Oiku debe aprender a ser autosuficiente. La despedida es un adiós lleno de lágrimas y la promesa de un futuro incierto.
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Los funerales de Tolga marcan un momento de profunda reflexión. Oilum se disculpa con él por no haberle revelado la verdad sobre Kan, mientras Seline comparte el descubrimiento de Tolga sobre su paternidad. El dolor de Oltan ante la pérdida de su hijo es insondable.
Mientras Yesim se dirige a entregarse por el asesinato de Burku, un último recuerdo de Oiku la detiene. Sin embargo, la noticia de su trágica muerte en un robo llega a todos, dejando un vacío irreparable.
Un año después, la vida ha continuado. Oiku, aferrada a la memoria de su madre, encuentra consuelo en las palabras de Gusidè. Oilum, embarazada, ha reconstruido su vida junto a Gusidè y Sesai. Tarık está en prisión, y Yesim ya no está.

Oltan, ofreciendo una nueva oportunidad a Seline, la invita a dirigir el departamento legal de su empresa. La vida sigue, a pesar del dolor imborrable en el corazón de Oltan.
La serie culmina con una celebración del cumpleaños de Khan. La familia reunida, con Oilum embarazada y Nasim jubilada, irradia un aura de esperanza y paz. La imagen de Oltan abrazando a Khan, mientras Oiku corre con la foto de su madre, simboliza la sanación y la unión familiar. A pesar de las tormentas vividas, la promesa de un futuro en paz se cierne sobre ellos.
“Tradimento” nos deja con un corazón tocado y una mente apasionada por las historias que nos ha contado. La serie se despide, pero el eco de sus personajes y sus vivencias resonará por mucho tiempo.