La Promesa: Martes 9 de Diciembre; Alonso y Manuel Contra Leocadia, Una Trama de Intriga y Pasión Que Arrasa en la Tele
El reloj avanza imparable en “La Promesa”, y el próximo martes, 9 de diciembre de 2025, promete ser un torbellino de emociones, enfrentamientos y revelaciones que mantendrán a la audiencia pegada a la pantalla. Las intrigas palaciegas, tejidas con hilos de ambición y secretos inconfesables, alcanzan un punto álgido, donde las decisiones de unos pocos amenazan con desmoronar el frágil equilibrio de la corte. En esta entrega, el foco se centra en la audaz maniobra de Leocadia, la implacable matriarca, y las poderosas fuerzas que sus acciones desatan, obligando a figuras clave como Alonso y Manuel a tomar partido en una batalla donde las apariencias engañan y la verdad es un bien escaso.
Leocadia: La Sombra Que Dicta la Realidad
Leocadia, la misteriosa y astuta figura que se mueve en las sombras de La Promesa, ha orquestado una jugada maestra que dejará a más de uno sin aliento. Con una frialdad escalofriante, se dirige a Cristóbal, su leal pero a menudo atormentado mayordomo, encomendándole una tarea de delicadeza extrema, una misión que roza la frontera entre la realidad y la ficción. Su objetivo: encontrar a un actor, alguien capaz de encarnar el papel de un detective. Un detective que, según la versión oficial, fue contratado en su momento para rastrear a Catalina. Pero la verdad, como siempre en La Promesa, es mucho más retorcida. Catalina es una quimera, un personaje inexistente, una fabricación de la mente de Leocadia, pero cuya supuesta existencia es ahora exigida por el implacable Adriano, quien reclama una prueba irrefutable de su localización.
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La matriarca, con una precisión quirúrgica, tiene perfectamente delineado el arquetipo de individuo que busca. No se trata de un actor cualquiera; necesita a alguien con la presencia, la sagacidad y la credibilidad para hacer creíble una mentira. Cristóbal, una vez más, se ve arrastrado por los caprichos de su señora, un hombre cuya lealtad se tambalea entre el deber y la conciencia, obligado a obedecer sus órdenes, por más descabelladas o moralmente dudosas que estas puedan ser. Esta imposición no solo pone a prueba su propia integridad, sino que también genera una ola de incertidumbre y sospecha que se propagará por todos los rincones del palacio. ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar Leocadia para mantener su fachada? ¿Qué oscuro propósito esconde esta elaborada farsa? La respuesta se vislumbra tan esquiva como las propias huellas de Catalina.
Carlo: El Encanto Que Desestabiliza Corazones
Mientras tanto, en un giro que añade una capa de complejidad romántica y tensión interpersonal, el recién llegado Carlo despliega su encanto con una facilidad pasmosa. Su carisma parece ser un arma de doble filo, capaz de seducir a todos a su paso, pero su especial atención recae sobre las damas del servicio, y de manera muy particular, sobre la inocente María. La joven, cuya pureza y candor contrastan fuertemente con las maquinaciones que la rodean, no puede disimular la profunda atracción que siente por este enigmático hombre. La mirada perdida, el rubor que tiñe sus mejillas, cada gesto de María delata un corazón rendido ante la fuerza magnética de Carlo.

Sin embargo, esta incipiente ilusión se verá bruscamente interrumpida. En un giro inesperado que augura futuros conflictos, Carlo se confiesa a María, revelando una verdad que dejará a la joven completamente desconcertada. La naturaleza exacta de esta confesión se mantiene en el más absoluto secretismo por parte de la producción, pero las implicaciones son inmensas. ¿A quién se refiere Carlo? ¿Qué secreto guardará que podría desmoronar la naciente esperanza de María? Podría tratarse de una conexión con su pasado, una identidad oculta, o quizás una revelación que lo sitúe en el bando opuesto a lo que María intuye. La dulzura de su acercamiento se torna ahora en un presagio de dolor y desengaño.
Alonso y Manuel: La Lucha Por La Verdad y La Justicia
Ante la creciente complejidad de las maquinaciones de Leocadia y la repentina aparición de Carlo, las figuras masculinas de mayor peso en La Promesa, Alonso y Manuel, se ven empujados a un terreno de confrontación. Alonso, el patriarca, siempre preocupado por el honor y la reputación de su familia, comienza a percibir las grietas en la narrativa que Leocadia intenta imponer. Las inconsistencias, las evasivas, y la evidente manipulación de los hechos, comienzan a sembrar en él la duda y la sospecha. Su instinto protector, sumado a un creciente desasosiego por el futuro de su hogar, lo impulsarán a desentrañar la verdad, cueste lo que cueste.

Por su parte, Manuel, el heredero, atrapado entre sus propios dilemas personales y las expectativas de su linaje, se encuentra en una encrucijada moral. La posible implicación de su madre en un engaño de tal magnitud, y la forma en que esto podría afectar a quienes lo rodean, especialmente a María, desatarán en él una profunda crisis. ¿Podrá mantener la lealtad familiar ante la evidencia de la deshonestidad? ¿O su conciencia le obligará a alzarse contra las artimañas de Leocadia? La tensión entre padre e hijo podría intensificarse a medida que ambos se unen, o quizás divergen, en su búsqueda de la justicia y la verdad.
La confrontación entre Alonso y Manuel contra Leocadia no será meramente una lucha de poder, sino una batalla de voluntades y principios. Alonso, con su autoridad natural y su experiencia vital, buscará desmantelar la red de mentiras tejida por su esposa. Manuel, con su juventud impulsiva y su corazón cada vez más sensible, podría encontrar en esta lucha una oportunidad para definir su propio carácter y defender sus ideales. El martes 9 de diciembre, La Promesa se convertirá en el escenario de un drama shakesperiano, donde las alianzas se forjarán y se romperán, y donde el destino de los personajes pende de un hilo.
Las audiencias de “La Promesa” están advertidas: el próximo martes, el palacio resonará con los ecos de la verdad y las réplicas de la deshonestidad. No se pierdan este capítulo que promete ser un punto de inflexión, un martes de emociones desbordadas y consecuencias irreversibles.
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